"Lo que no se hace consciente se manifiesta en nuestras vidas como destino", decía C. G. Jung. Las limitaciones que pueden imponernos nuestras propias creencias son dignas de estudio...y en eso andamos. Llegamos a pensar desde que algo que queremos es imposible, a afirmar que no somos capaces de lograrlo y hasta no considerarnos merecedores de alcanzarlo. Es de agradecer que las creencias cambien naturalmente conforme pasa la vida y hemos de dar esas gracias a la insatisfacción, ya que ella es la que nos hace dudar, nos hace desear algo distinto y así damos paso casi sin darnos cuenta a una nueva creencia. Es un proceso natural, dejamos una etapa atrás y pasamos de comprender a actuar.
Quiero compartir una parte de un capítulo del libro de Joseph O'Connor y Andrea Lages, Coaching con PNL titulado Creencias: las reglas de tu vida. De vez en cuando sienta bien dar un repaso a la vida que vivimos para saber si efectivamente estamos viviéndola o dejando que pase. Hoy toca repaso ;-)
"Las creencias son las normas de tu vida, las reglas según las cuales vives. Estas normas pueden ser liberadoras y potenciadoras, y darte permiso para lograr tus objetivos y vivir de acuerdo a tus valores. Pero también pueden ser obstáculos que hagan imposibles tus objetivos o que te llevan a pensar que no eres capaz de alcanzarlos.
Las creencias no son teorías huecas, sino principios de acción, de modo que si quieres saber qué es lo que cree una persona fíjate en lo que hace, no en lo que asegura creer. Creemos en la gravedad y actuamos como si existiera. No tratamos de comprobarla intentando caminar por el aire. Tampoco parece que a la gravedad le influya lo que creamos de ella. En cambio, nuestras relaciones, nuestras capacidades y nuestras posibilidades sí que están influidas por nuestra creencia al respecto.
Construimos las creencias basándonos en nuestras experiencias. Luego actuamos como si fueran ciertas. En cierto sentido son profecías que se autorrealizan. Si crees que eres una persona agradable actuarás como tal, abordarás a la gente abiertamente, te mostrarás sociable y disfrutarás con la compañía de otras personas. Éstas a su vez te acogerán con agrado y eso reforzará tu creencia. Solemos pensar que las creencias están formadas por las experiencias, pero lo contrario también es cierto.
Eso significa que puedes elegir tus creencias. Si los resultados que estás obteniendo te gustan sigue actuando como hasta ahora y mantén tus creencias. Pero si no te gustan actúa de forma distinta y cambia tus creencias.
Las creencias pueden cambiar y cambian realmente. Sin embargo, la creencia de que las creencias pueden cambiar es en sí misma un reto para muchas personas, porque las ven como posesiones personales. Hablan de 'tener' y 'preservar' creencias, de 'ganarlas' y de 'perderlas'. Y, claro está, nadie quiere 'perder' nada. Resulta mucho más productivo hablar de 'abandonar' o 'superar' creencias que de 'perderlas'.
También sucede que hemos invertido personalmente en nuestras creencias. El mundo tiene sentido para nosotros cuando nos las confirma;es predecible nos proporciona sensación de seguridad y certidumbre. Incluso puede suceder que nos recreemos en el desastre a condición de que lo hayamos predicho. 'Ya te lo dije' es una frase muy satisfactoria, no porque hayamos deseado que la cosa saliese mal, sino porque nuestras creencias quedan confirmadas."
¿Herramientas para cambiar creencias? Tenemos de casi todo.
¿Opciones? La primera es la que tú quieras. La segunda también. La tercera también.
¿Es rápido el cambio de creencias? Tan rápido como quieras que sea.
Además del Coaching, Inteligencia Emocional, Espiritual, PNL y demás... ¿con qué más cuento?
Te sorprenderías si lo probaras :-)
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